Thursday, October 2, 2014

¿Un MOOC para aprender a trapear?

Ramón Talavera Franco
Los MOOCs (Massive Open Online Courses por sus siglas en inglés) son cursos en línea diseñados y producidos por las mejores universidades del mundo. Son la nueva revolución educativa por su concepto democratizador de la educación (debatible aún) ya que cualquier persona, no importando su lugar de residencia o su nivel socioeconómico, puede tomar cursos en línea de Harvard, MIT o la Universidad de Berkley en California, que estarían fuera de su alcance de no ser distribuidos en forma de MOOCs.

Los filántropos que quieren apoyar la educación están invirtiendo en la realización, mejoramiento e investigación de los MOOCs, y las empresas comienzan a analizar su utilidad en la capacitación de sus empleados. Carlos Slim se ha unido al grupo económico que está apoyando esta nueva propuesta educativa. A principios del 2014 se anunció que Slim firmó convenios de colaboración con dos plataformas educativas distribuidoras de MOOCs: Coursera y Khan Academy. El apoyo económico que está brindando es para apoyar en la traducción de estos cursos al español. La idea de que estos cursos sean traducidos es brindar a los Latinos que viven en Estados Unidos—o en cualquier parte del mundo—cursos a nivel universitario que les puedan brindar las habilidades y conocimientos necesarios para mejorar en su vida profesional.

Sin embargo... ¿Slim está sirviendo a los MOOCs o se está sirviendo de los MOOCs?

A través del portal Acceso Latino Slim promueve los MOOCs de Coursera y Khan Academy que se han traducido al español, así como otros que produce su propia fundación. Estos últimos son cursos en español diseñados para la capacitación para el empleo y dirigidos a la población más vulnerable. Cualquier persona que quiera registrarse para usar los MOOCs de la fundación Slim, tendrá que dar sus datos personales, y como los campos de número telefónico y correo electrónico son obligatorios, Slim podrá incrementar su base de datos, y de acuerdo a su propio portal, podrá hacer uso de ellos como lo juzgue conveniente.

En los incisos iii, iv y v del "aviso de “privacidad” del portal Acceso Latino se menciona que los datos personales que ingresen a su base de datos serán utilizados con los siguientes propósitos:

iii) […] tratar sus datos personales con fines publicitarios y de fomento, promoción y difusión de acciones sociales, iv) difundir, comunicar y/o publicar sus datos personales en cualquier medio de comunicación electrónico, v) utilizar sus datos personales como base de referencia, y vi) enviarle a su domicilio invitaciones a eventos organizados por la Iniciativa de capacitación.

Por ello, cualquier persona que quiera aprender alguno de los oficios que Slim ofrece en su portal Acceso Latino tales como: albañil, aseador doméstico (como si alguien verdaderamente necesitara este curso), asistente de cocina, cuidador de adultos mayores, asistente web o técnico en cultivos vegetales, y se registre al portal, le estará dando a Slim el permiso de comerciar con sus datos personales y utilizarlos de la forma que mejor le parezca.

Coursera, uno de los distribuidores de MOOCs que están siendo traducidos al español escribe lo siguiente en su aviso de privacidad:

"Consideramos que la confidencialidad y seguridad de su información es de suma importancia. Vamos a utilizar las medidas físicas, técnicas y administrativas estándares de seguridad para mantener su información de identificación personal de forma confidencial y segura, y no la compartiremos con terceros…”

¿Por qué Acceso Latino no puede regirse bajo los mismos cánones éticos, como lo hace Coursera? Su inciso iv “ difundir, comunicar y/o publicar sus datos personales en cualquier medio de comunicación electrónico" es una violación a las garantías individuales y es un precio que no se debería pagar por querer aprender oficios que claramente están dirigidos a la población más desprotegida y que difícilmente leerán el “aviso de confidencialidad”.

Lo que se discute en este artículo no es si Slim obtiene nuestros datos personales a través de su portal Acceso Latino, sino la cuestión ética que se desprende de su anuncio de privacidad. ¿Es ético que Slim ofrezca educación a cambio de obtener nuestros datos y poder publicarlos en cualquier medio de comunicación electrónico? ¿Qué implica para los usuarios que Slim pueda publicar sus datos a través de estos medios?

Los MOOCs son una propuesta que está brindando opciones educativas para quienes desean seguir superándose académicamente. ¿Por qué utilizarla con otros fines?

Por cierto, como mencioné antes, Acceso Latino ofrecerá próximamente el curso "aseador doméstico". Mi pregunta es... ¿en serio se necesita saber de computación y acceder a un MOOC para aprender a trapear?

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